Karl Lagerfeld es íntimo amigo de Carolina de Mónaco, así que no sorprendió que la princesa llevara un traje diseñado por el alemán.
Carolina llegó acompañada por su hermano Alberto, ya que su mujer Charlenne se ausentó (¡cómo les gusta dar que hablar!). Iba muy correcta, y con un detalle que marcaba la diferencia: usó como collar una tiara familiar que le favorecía mucho. Ojo a su peinado, perfecto con la temática Art Déco de la fiesta.
Carlota fue fiel a Chanel, con este vestido rosa y negro de lentejuelas de estilo oversize. Se dice, se comenta, que lo eligió porque está nuevamente embarazada, y con este estilo lo podía disimular. Si bien no va mal vestida, la he visto mejor en otras ocasiones, más especial para una ocasión así, la fiesta por excelencia en Mónaco. También es verdad que la chica tiene una elegancia innata, y es muy difícil verla mal.
Otra que no suele fallar es su futura cuñada, Beatrice Borromeo. Llevaba un elegante vestido de Giorgio Armani, idóneo para bailar como se la pudo ver.
La música la puso la cantante británica Lily Allen, ideal con un vestido cóctel de paillettes. El pelo le sentaba genial a su look.
La noche no dejó más estilismos destacables, pero sí algún desastre.
La editora de la edición italiana de Vogue, Franca Sozziani, se lo puso todo, y pecó de excesiva. Como veis, ser una experta en moda no te asegura ir siempre correctamente vestida, ¡nadie es perfecto!
¿Quién os ha parecido que fue más elegante al Baile de la Rosa de este año? ¡Un beso para tod@s!
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